Existen factores que pueden garantizar que una casa sea segura, pero debido a su individualidad es más difícil de conseguirlo. Por otra parte, una propiedad vertical debido a su estructura tiene una protección natural lo que hace que el acceso a peligros potenciales sea más complejo, además la administración tiene la responsabilidad de velar porque todos las personas que vivan en ese lugar tenga la protección necesaria.